El pivote estadounidense no regresó como había prometido y colmó la paciencia de la dirigencia de Peñarol, que pedirá su inhabilitación en FIBA.
Una vez más, el pivote Devin Thomas no abordó el avión de regreso a Argentina como había prometido y terminó por colmar la paciencia de la dirigencia de Peñarol, que pedirá la inhabilitación internacional del estadounidense por incumplimiento de contrato.
La situación no parece sorprender a muchos entre los seguidores del equipo de Gabriel Picatto. Porque las actitudes de Thomas durante su corta estadía en Mar del Plata no habían sido las mejores y no eran pocos los que temían que la licencia especial recibida para tomarse unas vacaciones en su país terminara con el pivote dando el portazo.
Sin embargo Thomas prometió una y otra vez que iba a volver. Primero anunció su llegada para el 2 de enero, después para el sábado 4, el lunes 6 y este jueves 9.
Por estos lados lo siguen esperando. O ya no.
Thomas no tomó el avión este jueves y en Peñarol dijeron basta.
“Vamos a pedir la inhabilitación en FIBA por incumplimiento de contrato. Y queremos dejar en claro que estaba totalmente al día con nosotros eh”, destacó muy molesto el presidente peñarolense Domingo Robles en diálogo con este medio.
“Hasta nos hizo perder el dinero del pasaje. Sinceramente nos hizo un daño grande. Y repito que no se le debía nada por eso vamos por la inhabilitación”, sentenció el dirigente “milrayitas”.
Thomas, de 25 años y 2,06 metros, se va dejando atrás buenos números pese a rendimientos dispares en Peñarol. De todos modos, a partir del momento de “vacas flacas” que se vive en el club de la calle Garay no será sencillo encontrar un reemplazante que aporte esos números. Es que Thomas se fue con un promedio de 9,5 rebotes por partido (tercero en la liga) y 7,5 defensivos (líder en ese ítem).
Ya sin él, el plantel de Peñarol viajará este viernes a las 10 a Bahía Blanca, donde el sábado desde las 21 se medirá con Weber Bahía en el reinicio de la Liga Nacional de básquetbol.